Así actúa el edema macular diabético

21-julio-2025

Así actúa el edema macular diabético hasta provocar ceguera sin que te des cuenta

 

Esta complicación ocular de la diabetes comienza de forma asintomática, por lo que quienes la padecen pueden perder visión sin darse cuenta.

Contenido patrocinado por la compañía Abbvie

Cuando se habla de complicaciones asociadas a la diabetes, lo habitual es pensar en el pie diabético, los problemas renales o las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, existe una consecuencia en la visión igual de grave que suele pasar desapercibida: el edema macular diabético (EMD).

El EMD es una patología ocular y de las principales causas de ceguera entre las personas con diabetes[1]: afecta a entre el 2 y el 10% de la población diabética, con mayor incidencia en personas con diabetes tipo 2[2]. Los principales motivos por los que esta enfermedad causa ceguera son dos: primero, porque avanza sin síntomas en sus primeras fases; y segundo, porque una vez que la visión se deteriora, el daño puede llegar a ser irreversible. Esto significa que la visión perdida no se puede recuperar, al contrario que sucede, por ejemplo, en el caso de las cataratas.

 

Pero, ¿qué es el EMD?

Para entender qué es exactamente el EMD, es importante conocer qué es la retina y qué es la mácula. La primera es una membrana situada en la parte posterior del ojo cuya función es convertir la imagen que entra por la pupila en una señal nerviosa que el cerebro puede interpretar. Es decir, la retina nos permite ver. En el centro de la retina se sitúa la mácula, una pequeña área ovalada que se encarga de la visión central y de la percepción de los detalles.

La diabetes, sobre todo si no está bien controlada, puede dañar los vasos sanguíneos de todo el cuerpo. Este daño suele ser mayor en los vasos que riegan la retina que, por ser más frágiles y delgados, son especialmente sensibles a los picos de azúcar en sangre. Cuando esto sucede, empiezan a filtrar líquido, que se acumula justo en la mácula (lo que se conoce como edema), obstruyendo su función, provocando que la mácula se inflame y, última instancia, causando el EMD[3]. Por eso las personas con EMD tienen dificultades para leer, conducir o reconocer rostros.

“El EMD es, sin duda, una de las principales amenazas para la visión de las personas con diabetes”, recuerda Antonio Lavado, presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE). “En España hay unos cinco millones de personas con diabetes, y muchas de ellas no saben que podrían estar perdiendo visión sin darse cuenta. Por eso es muy importante que las personas con diabetes sepan que el EMD existe, y que se puede detectar a tiempo acudiendo a las revisiones oftalmológicas periódicas”.

 

¿Cómo se detecta el EMD? ¿Se puede tratar?

“Nos preocupa que el EMD pase desapercibido en sus primeras fases porque nos hace perder un tiempo muy valioso”, explica profesor y presidente de la Sociedad Española de Retina y Vitreo Alfredo García Layana “Es tiempo valioso porque, como en casi cualquier otra enfermedad, cuanto antes se detecte, mejor pronóstico visual tiene el paciente”, agrega.

La buena noticia es que los oftalmólogos disponen de una herramienta, la tomografía de coherencia óptica (OCT), que permite detectar el EMD incluso en fases iniciales[4]. En concreto, la OCT es una prueba no invasiva, indolora y rápida que permite obtener imágenes en alta resolución de las distintas capas de la retina, incluida la mácula. De esta forma, el especialista puede identificar si existe acumulación de líquido, inflamación o cualquier otro signo de daño visual, incluso antes de la aparición de síntomas.

Recibir un diagnóstico de EMD no significa perder la visión. Actualmente, existen tratamientos eficaces que no solo pueden frenar su progresión, sino también mejorar la agudeza visual en muchos casos. “Esto es posible porque la OCT no solo nos permite detectar el EMD”, señala el profesor García Layana “También nos ayuda a elegir la mejor terapia para cada paciente. Esto es especialmente relevante porque no todos los tratamientos funcionan igual en todos los pacientes. En algunos casos, a pesar de estar recibiendo terapia, el EMD persiste y la pérdida de visión continúa avanzando”, aclara.

“Por eso, contar con una OCT y analizar sus resultados con precisión nos permite ajustar el tratamiento de forma más personalizada”, insiste. Esto significa que el oftalmólogo puede valorar mejor qué tipo de edema tiene el paciente, esto es, “si está causado por una mayor inflamación o si se debe más a un componente vascular”. Y, en base a ello, elegir el tratamiento más adecuado y el momento oportuno para aplicarlo. Es un paso firme hacia lo que se conoce como medicina de precisión, o lo que es lo mismo: “Ofrecer a cada persona el tratamiento más efectivo según sus características concretas y la evolución de su enfermedad”, reitera el presidente de la SERV, Alfredo García Layana.

 

La clave: evitar el EMD

Antonio Lavado insiste en que “la pérdida visual asociada al EMD se puede impedir de dos formas. La primera, manteniendo un buen control de la diabetes, esencial para prevenir el EMD y muchas otras patologías. Y la segunda, acudiendo a las revisiones con el oftalmólogo”. En concreto, según el profesor Alfredo García Layana, “los pacientes con diabetes deberían revisarse la vista cada año”. “Eso es indispensable para detectar y, según el caso, tratar la enfermedad. Pero prevenir el EMD es posible mediante un buen control de la propia diabetes, de la tensión arterial y de los niveles de colesterol, que son otros factores que también pueden dañar los vasos sanguíneos de la retina”.

En definitiva, el EMD se puede evitar, pero está en manos de cada persona con diabetes. Por eso, aunque no se noten cambios en la vista, es fundamental solicitar las revisiones oftalmológicas. Y es que el EMD no avisa, pero llegar a tiempo marca la diferencia y puede impedir que la enfermedad avance hasta una ceguera irreversible.

 

Artículo publicado originalmente en el número de juio-agosto de la revista DiabetesFEDE.

 


[1] Romero-Aroca P. Targeting the pathophysiology of diabetic macular edema. Diabetes Care. 2010 Nov;33(11):2484-5. doi: 10.2337/dc10-1580. PMID: 20980428; PMCID: PMC2963519.

[2] Muñoz de Escalona-Rojas, J. E., Quereda-Castañeda, A., & García-García, O. (2016). Actualización de la retinopatía diabética para médicos de atención primaria: hacia una mejora de la medicina telemática. Semergen, 42(3), 172-176.

[3] González VH. et al. Early and Long-Term Responses to Anti-Vascular Endothelial Growth Factor Therapy in Diabetic Macular Edema: Analysis of Protocol I Data. Am J Ophthalmol. 2016;172:72-79.

[4] Informe de situación sobre la ceguera en España. https://www.esvision.es/wp-content/uploads/2019/11/Informe_Ceguera.pdf