26-julio-2025
Cuando el dolor se cruza con la diabetes: Cuidarte hoy es vivir mejor mañana
Carmen Jódar Casanova. Médico especialista en medicina Familiar y Comunitaria. Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (SEMDOR)
La diabetes y el dolor conviven afectando de forma considerable a la calidad de vida de las personas. Las cifras son contundentes: entre el 40% y el 60% de los pacientes con diabetes refieren algún dolor crónico persistente o recurrente, siendo el dolor neuropático el más incapacitante.
Como médico de familia, cuido mucho el momento de dar una noticia de debut de una patología, porque cuando aparece la diabetes, lo que duele es el alma. El diagnóstico de una enfermedad crónica afecta a toda la vida de la persona que la padece y también a su familia y su entorno. Es verdad que, inicialmente, no somos muy conscientes de todo lo que supone, pero en el avance de la vida es necesario e importante estar acompañado por profesionales y dejarse ayudar para poco a poco, conseguir la aceptación e integrar una nueva forma de vida en una vida anterior.
¿Qué tiene que ver la diabetes con el dolor?
Y es que la diabetes no duele al principio, pero con el paso del tiempo y si no está bien controlada puede causar daños importantes en distintas partes del cuerpo. Uno de los más comunes es el daño a los nervios, conocido como neuropatía diabética. Este tipo de dolor suele empezar en los pies, con sensación de hormigueo, quemazón o pinchazos como alfileres o como si caminaras sobre cristales.
Esta afectación está producida porque los picos elevados de glucemia en el organismo van deteriorando vasos sanguíneos y las terminaciones nerviosas, produciendo una hipersensibilidad que hace que cualquier apoyo produzca esa desagradable sensación o directamente, dolor. Si esto sigue evolucionando, se pierde sensibilidad en esas zonas afectadas, llegando a poder aparecer una úlcera que se complica por su dificultad para cicatrizar. También puede afectar a tus músculos y articulaciones, siendo más frecuente desarrollar problemas como tendinitis o el temido “hombro congelado”.
Pero es que el dolor no es sólo físico porque puede llegar a aislarte, a empeorar el sueño y afectar al ánimo pudiendo aparecer mucha tristeza o incluso depresión. Esto impacta en la calidad de vida que se ve gravemente limitada, y con ello también se resiente la salud general.
La prevención empieza contigo
Afortunadamente, hay una buena noticia, y es que no estamos condenados al dolor porque la ciencia nos ha enseñado mucho sobre cómo prevenir y frenar este tipo de complicaciones. La medicina avanza y hay tratamientos eficaces y equipos médicos comprometidos, pero la pieza más importante del puzle... eres tú. Cuidar la salud no es solo ir al médico cuando ya hay un problema. Es aprender a conocerte, a escuchar tu cuerpo y a actuar a tiempo:
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Controla bien tus glucemias: Una diabetes mal controlada daña silenciosa pero irreversiblemente los nervios y vasos sanguíneos.
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Revisa tus pies a diario: y si ves una herida o te duele, no esperes y consulta.
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Mantente activo: ¡el ejercicio regular mejora la glucemia y mantiene tus músculos y articulaciones en forma!
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Aliméntate con conciencia: no es hacer dieta, es elegir alimentos que te nutran y controlar los hidratos.
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NO FUMES: el tabaco acelera el daño vascular y empeora las complicaciones de la diabetes.
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Cuida tu salud mental: el dolor y el estrés están conectados. Busca apoyo si lo necesitas.
Un mensaje final desde la consulta
La diabetes puede ser una compañera silenciosa, pero el dolor no lo es. Aparece para recordarnos que algo no va bien. Lo importante es no ignorarlo, pero tampoco resignarse. En el centro de salud, en casa, en tu entorno... hay muchas herramientas para prevenir y tratar el dolor. Pero todo empieza por una decisión personal: cuidarte cada día, con constancia y cariño.
Porque, al final, no se trata solo de vivir más... sino de vivir mejor.
Referencias bibliográficas:
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American Diabetes Association. (2024). Standards of Care in Diabetes—2024. Diabetes Care, 47(Supplement_1).
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Daousi, C., et al. (2004). Chronic painful peripheral neuropathy in an urban community. Diabetologia, 47(4), 660–665.
www.semdor.es
Artículo publicado originalmente en el número de juio-agosto de la revista DiabetesFEDE.